La subvención procede del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda urbana (MITMA) a través del PIREP local (ayudas para la rehabilitación de edificios de titularidad pública en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia). El ayuntamiento aportará el resto de los 263.980 presupuestados para la intervención global en el edificio.
El emblemático edificio de Villanúa, de propiedad municipal y cedido en concesión a una empresa privada para su explotación como albergue, apenas ha sufrido reformas de calado desde su inauguración en 1965. Según explica el alcalde, Luis Terrén, “el coste de mantenimiento era muy alto y el consumo energético muy elevado debido a las numerosas deficiencias que se habían ido acumulando con el paso de los años”.
El Ayuntamiento llevaba trabajando desde hace mucho tiempo en un proyecto integral de intervención para mejorar la eficiencia energética del edificio y, con ello, reducir sus costes de mantenimiento. Dada la envergadura de esta actuación el Ayuntamiento de Villanúa no estaba capacitado para afrontar en solitario su financiación, por lo que acudió directamente a la convocatoria para los fondos de rehabilitación de edificios públicos, integrados en el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia.
Por un lado, se plantea la renovación de la totalidad de la carpintería exterior del edificio, siendo la mayoría de marcos de madera con vidrio simple, que datan del año de construcción del edificio en 1965, y que se sustituirán por carpinterías de PVC y vidrios de altas prestaciones térmicas.
Por otro lado, se plantea la sustitución del sistema de generación de calor para calefacción por radiadores y ACS. Actualmente funciona con una caldera de gasóleo y se pretende sustituir por un sistema de aerotermia, compuesto por bombas de calor que extraen la energía ambiental contenida en la temperatura del aire y la transfiere en este caso al agua.
La sustitución de las carpinterías permitirá eliminar las labores de mantenimiento y los sistemas de aerotermia para la calefacción exigirán mucho menos mantenimiento que la caldera existente. Para Luis Terrén, estas intervenciones van a tener “una consecuencia directa en los presupuestos municipales de los próximos años ya que el dinero que ahorremos en consumo energético lo podremos destinar a otras necesidades de la localidad”.