EL MACIZO DE COLLARADA

El impresionante macizo de Collarada es sin duda uno de las señas de identidad de Villanúa

Situado en la zona centroccidental del Pirineo aragonés, forma parte del dominio geológico de las Sierras Interiores. Está principalmente constituido por calizas cuya disolución generada por el agua ha originado un modelado kárstico. El gran totem domina todo el término municipal de Villanúa.

La cumbre más representativa del macizo es el pico Collarada (2.886 m.s.n.m.). Los otros dosmiles que comprenden la espectacular vista son Collaradeta (2.729 m), Somola Occidental (2.669 m), Somola Alta (2692 m), El Portán (2.607 m), Somola Baja (2.574 m), Punta Espata (2.205 m), Bacún Norte (2191 m), Punta Bacún (2.114 m) y Pico de la Lera (2.132 m).

Es una de las cumbres más altas de los Pirineos Occidentales. En un día despejado las vistas a otras formaciones montañosas desde su cima son espectaculares: el Bisaurín (2.668 m), el Midi d’Ossau (2.884 m), el Balaitous (3.146 m), los Infiernos (3.070 m / 3.081 m / 3.076 m), el Argualas (3.044m), el Macizo de Vignemale (3.298 m) y el macizo de Monte Perdido (3.355 m).

Conozcamos la Historia y el Patrimonio

Gracias a las investigaciones arqueológicas se conoce que el ser humano ocupó durante el Eneolítico (3000 a.C) la conocida popularmente desde hace unos años como Cueva de las Güixas. De esa época datan también los tres dólmenes que se encuentran en el macizo de Collarada o en sus inmediaciones: el dolmen de As Güixas, el de Letranz y el de Diez Campanas.

Al dolmen de As Güixas se accede fácilmente por el Camino Francés desde Somport, itinerario de indiscutible valor histórico que recorre las faldas del macizo de Collarada a su paso por Villanúa. Es el Camino de peregrinaje por excelencia, el itinerario jacobeo con mayor tradición y el más reconocido internacionalmente. Aparece descrito en el Códice Calixtino (Codex Calixtinus – s.XII) y es uno de los tramos originales mejor conservados del Camino de Santiago.

Se hallan también ejemplos de ingeniería civil como la vía de ferrocarril que une Zaragoza y Canfranc, el popular canfranero, sorteando los desniveles de la cadena montañosa pirenaica a su paso por Villanúa. El apeadero denominado Villanúa – Letranz por el que pasa esta línea de tren se encuentra a 1.078 metros de altitud y fue inaugurado en 1922, cuando se puso en marcha el tramo Jaca-Canfranc.

Más reciente en la historia es la construcción de una línea defensiva de los Pirineos (línea P). Tras el fin de la II Guerra Mundial, la dictadura franquista, temerosa de las incursiones del maquis a través de la cordillera desde Francia (especialmente a partir de octubre de 1944 con la Invasión del Valle de Arán) impulsó la construcción de esta fortificación a lo largo de toda la cadena montañosa. Se llegaron a levantar unos 6.000 asentamientos tipo búnker, localizados en sitios estratégicos y fabricados en hormigón armado. Sin embargo, la obra nunca llegó a finalizarse ni a entrar en servicio.

Hablemos de geología

El macizo de Collarada forma parte de una elevada y escarpada alineación montañosa de dirección pirenaica, aproximadamente noroeste-sudeste (NO-SE), cuyo origen se produjo en la Orogenia Alpina. Los materiales que lo constituyen son fundamentalmente de composición carbonatada con edades del Cretácico Superior y del Paleoceno – Eoceno.

Gran parte de este colosal macizo forma parte del Lugar de Interés Comunitario (LIC) denominado Collarada y Canal de IP, por la existencia de una gran diversidad de ambientes que condicionan la diversidad florística y faunística, y la presencia de especies singulares propiamente alpinas y subalpinas.

El interior de este macizo es un complejo sistema endokárstico de kilómetros de galerías subterráneas que funcionan como acuíferos. Estas cavidades surgieron en el Cuaternario debido a la disolución de las calizas paleocenas por la infiltración constante de agua procedente de precipitaciones y deshielo.

En el caso concreto del macizo de Collarada existen más de 50 cavidades inventariadas, entre las que destaca la cueva Buchaquera, con más de 700 m de profundidad y casi 2500 m de recorrido.

¿Cómo se forman estas cavidades?

El agua infiltrada en las partes altas del sistema fluye a través de las grandes diaclasas y fallas verticales para posteriormente confluir en un colector subterráneo (río Bellanuga), de aproximadamente 1.000 m de desnivel y 7 km de recorrido. Este curso subterráneo circula desde la cueva hacia las surgencias situadas en las proximidades de la confluencia del barranco de Villanúa y el río Aragón. En esta zona se localiza el contacto de las calizas paleocenas con el flysch eoceno, que actúa de barrera impermeable, produciendo abundantes fuentes.

1.Lapiaz 2.Dolina/Sumidero 3.Columna 4.Rampa 5.Sifón 6.Lago 7.Cueva 8.Surgencia 9.Fuente 10.Galería

La cueva de las Güixas es la cavidad conocida más basal de este sistema, situada a 981 m. al pie del macizo rocoso, en el punto más bajo donde afloran los materiales karstificables de Collarada.

La cueva actúa como un importante punto de surgencia kárstica constituyendo, junto con la vecina sima del Rebeco, las principales fuentes del río Bellanuga y, por lo tanto, del sistema de Collarada. Cuando el sistema entra en carga las dos cavidades actúan como trop-plein, llegando a rebosar por la boca de la sima del Rebeco e inundar el nivel medio de la cueva de las Güixas, que constituye el área visitable de las mismas.

Descubramos la Fauna y Flora de Collarada

El dominio del macizo de Collarada es de gran valor ecológico por la gran variedad de flores de temporada, árboles y arbustos que aloja. Del mismo modo los paisajes antropizados se entremezclan con los seres vivos: las terrazas de cultivo, la central hidroeléctrica, los búnkeres de la línea P, la infraestructura ferroviaria y la eléctrica, etc.

La vegetación de alta montaña se presenta de manera escalonada. A medida que se asciende por el macizo de Collarada las formaciones boscosas de pinos y abetos (bosque mixto) se sustituyen por arbustos, praderas de hierba baja y, en zonas de mayor altura, musgo.

Por mencionar algunas de las especies que habitan en estas laderas, hasta los 2.000 metros de altitud encontramos el erizón, la aliaga, el quejigo (roble), el pino albar, la ajedrea, la carrasca, el guillomo, el boj, el rusco, el avellano, el tomillo, la hiedra, el sauco, el acebo y el espino albar, entre otros.

Desde cotas bajas y hasta por encima de los 2.000 metros se observan la ajedrea, la gayuba, la corona del rey, la brecina o el enebro.


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A los pies de Collarada se ha realizado un enorme trabajo de identificación y señalización de un sendero botánico interpretativo denominado As Foyas. Para la realización de este itinerario el Ayuntamiento de Villanúa ha editado una entretenida y completa guía en formato bolsillo sobre las especies vegetales y otras curiosidades que pueden observarse a lo largo del recorrido. Esta guía está disponible en formato físico en la Oficina de Turismo de Villanúa.

En cuanto a las especies animales más avistadas podemos encontrar el quebrantahuesos, la rana pirenaica (rana pirenaica), el buitre leonado, el murciélago grande de herradura, el murciélago pequeño de herradura y la perdiz pardilla. Si bien, otras muchas especies conviven en este conservado ecosistema: tritón pirenaico, cuervo, milano, petirrojo, armiño, treparriscos, murciélago de cueva, diferentes especies de murciélagos ratoneros, etc.

Refugios

Refugio de La Espata y La Trapa

El cubilar de La Espata y La Trapa es una de las zonas más bellas del término municipal de Villanúa. Puedes acceder hasta el refugio de La Espata en tu vehículo obteniendo el permiso de circulación a través de nuestra web. Tened en cuenta que en temporada alta, existe un número limitado de permisos).

Es una ruta de ida y vuelta por la misma senda, aunque nos ofrece más posibilidades. Comenzaremos a caminar por la Avenida de la Selva, pista que sube hacia la Espata y la Trapa y en la primera curva tomaremos un sendero perfectamente señalizado que se interna en el bosque.

El sendero en principio es bastante pedregoso, pero luego se torna más cómodo -los primeros metros son los más exigentes-. Durante todo el recorrido el sendero está marcado, iremos ganando altura, pero con menos pendiente. Al final el sendero se convierte en una agradable pista y aproximadamente en una hora llegaremos al área de la Fuente del Paco.

Siguiendo por la pista antes de cruzar el Barranco de Arraguás, hay una pequeña zona de aparcamiento donde comenzaremos la ascensión al Refugio, siguiendo un bonito bosque mixto e interrumpido por un par de prados antes de alcanzar la conexión con una de las curvas de la Pista de la Trapa.

Continuaremos por el sendero en fuerte ascenso hasta la siguiente curva a la izquierda, junto a la que se encuentra el Refugio del Cubilar de la Espata, donde disponemos de una pequeña zona de descanso dotada de una fuente.

Refugio de Gabardito

La pista de acceso, prohibida a vehículos, se encuentra en la margen izquierda de la N-330, una vez superada la entrada norte de la localidad. Hasta el barranco de Los Meses, la senda va ascendiendo progresivamente, hasta la Fuente de los Abetazos y las Praderas de Gabardito, donde se encuentra el refugio.

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