La escritora zaragozana María Pérez Heredia recibirá este sábado a las 19:15h en el Espacio Sarrios el premio Villanúa Rural Noir por su última novela, “Pirineo Noir”, que ha supuesto su exitoso debut en el género negro. Una hora antes participará en la mesa titulada “Pirenaica y criminal” junto a los también escritores Jordi Llobregat y Jokin Azketa.
María estudió Filología Hispánica y publicó su primer libro, “Esos días raros de lluvia” (2013), con diecinueve años. Desde entonces le han seguido la novela Starman (2017), publicada por Reservoir Books con una acogida crítica excepcional, y el relato juvenil “Eydís y el largo invierno” (2017, ilustrado por David Guirao), así como diversas colaboraciones, cuentos y artículos de crítica literaria. Desde 2017, vive en Francia, donde ha trabajado en la Universidad de Grenoble como profesora de literatura española.
En esta entrevista habla de su corta pero intensa y productiva trayectoria literaria, de su primera aproximación al género negro y de cómo su estrecha vinculación con el Pirineo aragonés se ha convertido en una de sus principales fuentes de inspiración literaria. Agradecida por la concesión del Villanúa Rural Noir, asegura que el género negro atraviesa un dulce momento en nuestro país.
¿Qué supone para ti ser galardonada con el Villanúa Rural Noir, premio que se entrega este año por tercera vez?
Me hace mucha ilusión. Es todo un honor recibir un premio como este, y más con una novela como Pirineo Noir, tan enclavada en el Pirineo aragonés. Es el primer premio de este tipo que recibo y por eso me hace especial ilusión.
¿Qué referencias tenías de VillaNoir?
Todas buenas. Es un festival que lleva todavía pocos años celebrándose, pero habéis conseguido traer a nombres muy interesantes. Me siento feliz de poder formar parte de él este año.
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En algún momento confesaste que llegaste a pensar que nunca acabarías Pirineo Noir. Explicaste literalmente que en el proceso “la vida se te comió con patatas”. ¿Qué dificultades te planteó esta novela?
Fueron más dificultades personales que de la novela en sí, aunque por supuesto iniciarse en un género nuevo, y más el de la novela negra, siempre supone un reto enorme. Por circunstancias de la vida, la redacción de Pirineo Noir fue a tirones, y pasaron años desde que se inició el proyecto hasta que por fin se publicó la novela. Eso ya fue difícil en sí, pero creo que al final todo salió bien.
Sin embargo, la respuesta de crítica y lectores ha sido unánime. Todo son elogios hacia tu novela…
Me alegro de que la novela haya gustado. Yo estoy muy contenta, creo que es mi mejor trabajo hasta la fecha.
Has hablado del espacio fronterizo, como el pirenaico, como un lugar ideal para ambientar una novela negra. ¿Por qué?
Es algo totalmente subjetivo y que, en mi caso, iba muy bien con la historia que quería contar. Me gustaban las posibilidades que presentaba un espacio fronterizo porque mi protagonista, Alice, se situaba un poco en esa dicotomía entre dos identidades nacionalidades. Y luego creo que el Pirineo aragonés es, particularmente, un espacio ideal para ambientar esta clase de historias, por lo asombroso del paisaje y también por esa sensación de “encierro” que se puede sentir en los pueblos pequeños y aislados.
Ricardo Bosque, director de VillaNoir, considera que tu novela constituye “un retrato fiel del ambiente y el paisanaje propio de las pequeñas localidades de montaña”. Hay una pregunta recurrente en VillaNoir: ¿Se asesina mejor en los sitios pequeños?
Yo creo que sí. Creo que las comunidades pequeñas tienden a proteger a quienes forman parte de ellas, y que eso puede facilitar que ocurran casos como el que yo relato en mi novela. No deja de ser un recurso literario, pero creo que los pueblos pequeños resultan muy jugosos para ambientar esta clase de historias.
¿A qué crees que se debe esta proliferación actual de novelas negras ambientadas en el Pirineo?
Ha habido muchas novelas negras ambientadas en ciudades como Madrid y Barcelona, tal vez saturando el mercado. Y creo que cuando los autores se ven en la tesitura de buscar una ambientación diferente para sus historias, el Pirineo, con lo salvaje y lo agreste de su paisaje, se convierte en una opción muy interesante.
¿Cómo ves el género negro en nuestro país?
Creo que goza de una salud estupenda. Hay autores super ventas que no dejan de darnos nuevas novelas, y la producción de adaptaciones audiovisuales autóctonas es más importante que nunca. En España gusta la novela negra, creo que eso es ya una realidad.
No hay entrevista a una escritora sin preguntarle por su próxima novela…
La entregué justo hace unos días, el primero de octubre. En solo unos meses verá la luz, y creo que está llena de sorpresas.