VillaNoir: La atracción del negro

VillaNoir, el I Encuentro Pirenaico de género negro, llegó teñido de blanco. El invierno se empeñó en transformar Villanúa en un buen escenario de novela negra. Nieve. Lluvia, niebla, frío y un ambiente desapacible que el encuentro fue poco a poco caldeando, gracias a sus actividades y a la calidad y cercanía que mostraron todos los autores y escritores participantes. Lo negro invadió Villanúa, demostrando que su dureza y crudeza tiene actualmente un gran poder de atracción entre los lectores. Y así lo demostró el público entusiasta que llenó cada una de las propuestas que ofertó VillaNoir en la que ha sido su primera edición.

La primera bala del encuentro la lanzó el Trío Dilettanti, con una concierto de cine, en el que repasaron alguna de las bandas sonoras de las películas más importantes del género de las últimas siete décadas. Dos trompetas -Nicolás Bonis Castán y Ignacio Ciprés Finestra– y un piano -Cristina Puente- que dieron nueva sonoridad a las músicas de películas como “Gilda”, “Vestida para matar”, “El poder del mal”, “Sueño eterno”, “Adiós muñeca”, “Sangre fácil”, “Melodía de seducción”, “El corazón del ángel” o “Sospechosos habituales”.

Dilettanti buscó acercar al público “la magia del cine” a través de “la magia de la música”, y lo consiguieron. En su repertorio recordaonó a David Raksin, que “puso música a más de cien películas”, explicaron, a Bernard Hermann, con “El cabo del miedo”, Miklós Rozsa, de quien interpretaron piezas de “Perdición” y “Cliente muerto no paga”; Jerry Goldsmith, que obtuvo a lo largo de su vida 17 nominaciones a los Oscar y autor de las bandas de “Chinatown” y “L.A. Confidencial”, y Henry Mancini, con quien despidieron la sesión interpretando “Sed de mal”.

El sábado VillaNoir puso en su punto de mira el mundo literario, comenzando por presentar algunas “Voces nuevas de la literatura criminal”. “Nuevas voces que no novatas”, aclaró el coordinador del encuentro Ricardo Bosque, en su papel de moderador, para reflexionar sobre la novela negra en España. Con una sala llena las escritoras Susana Hernández y Laura Balagué y los autores Carlos Bassas del Rey, director de Pamplona Negra, y Santiago Álvarez, director de Valencia Negra, conversaron sobre sus influencias, los orígenes y la evolución de la literatura negra en España. Salieron a relucir Vázquez Montalban y González Ledesma, Carlos Zanon, Eduardo Mendoza, Lorenzo Silva y Alicia Giménez, estos últimos importantes en la escena actual, ya que “contribuyeron a normalizar a las fuerzas de seguridad, en el caso de Silva, y a introducir a la mujer en este género, Alicia”, señalaron.

Los cuatro autores coincidieron al definir como complicado el actual escenario de la literatura negra: “Resulta complicado sobresalir en un mundo en el que hay “boom” de escritores, pero no siempre de novelas de calidad”. Por ello, los dos directores de semanas negras, Bassas y Álvarez, reconocieron que el objetivo de este tipo de eventos es “crear más gente lectora, crear nuevos lectores”. “La única pata que falta es incrementar el número de lectores de novela negra, y poco a poco lo estamos consiguiendo”, insistió Carlos Bassas en el encuentro mantenido con los medios.

La tarde trajo la sesión más esperada por el público. Lorenzo Silva, Esteban Navarro y Óscar Bribián -Rafa Melero, lamentablemente, causó baja-, moderados por Juan Maria Barasorda, director de Bruma Negra en Plencia (Vizcaya), analizaron el papel de las fuerzas de seguridad en la novela y el género negro en una mesa titulada, muy acertadamente, “Alto en nombre de la Ley”. El abarrotado auditorio de actos del CIN Subterránea escuchó atenta y respetuosamente una amena conversación en la que se desvelaron algunas claves para comprender la estrecha relación que mantienen escritores y agentes de la ley: “En general, hay muy buenos contadores de historias entre los policías”, reconocía Silva. “Las historias, los informes policiales, están muy bien escritos y contados, tienen un objetivo, saben a quién van dirigidos y para qué sirven, por eso un policía tiene mucho ganado para ser un buen escritor”.

Óscar Bribián, Policía Local en Zaragoza, apuntaba que “los policías tienden a fijarse en las cosas y tienen facilidad a la hora de elaborar una historia. La profesión te da posibilidades de reconocer unos cuantos detalles que luego vas a emplear en tus historias. Te ayuda a aprender”. Esteban Navarro, miembro de la Policía Nacional, por su parte, destacaba que “el policía, por lo general, es un gran inventor. Tienen la ventaja de saber visionar para quien va dirigida la historia y eso también es un rasgo de los atestados”.

Navarro tenía, además, reservada una grata sorpresa para VillaNoir, la presentación de su última obra “Una historia de policías”. Una nueva entrega de la Diana Dávila, que llega dela mano de la editorial Playa de Akaba, y que según el propio autor, “es arriesgado porque trata sobre cómo se origina una mafia en la policía”. “Comienza con una cadena de favores de la que no podemos salir”, apuntó Navarro.

Tras tanto agente, policía, esposas, informes y atestados, Paco Bescós fue el encargado de rebajar la tensión con una excepcional conferencia sobre el mundo del crimen en la publicidad. “Volvemos en 30 segundos” logró retener al público en sus butacas con mucho sentido del humor y mostrando una serie de anuncios en los que se destaca la faceta más creativa y humorística del género negro. El resultado de esa apuesta suele ser una publicidad efectiva, impactante y, ante todo, divertida.

La última jornada de VillaNoir se centró en el público infantil y el cine. A mediodía un nutrido grupo de jóvenes detectives se dieron cita en la Biblioteca para buscar al autor del asesinato del Capitán Wagner. Un juego de Cluedo en vivo basado en la historia de la Estación de Canfranc y en los acontecimientos que en ella tuvieron lugar durante la II Guerra Mundial. Organizado por la Biblioteca de Villanúa y El Club de las Charradas, una veintena de niños, de entre 5 y 12 años, caracterizados en su mayoría de detectives clásicos, investigaron el asesinato del capitán Wagner a través de las pistas dejadas por sus autores. De esta manera, además de acercarse al mundo de la investigación y la deducción, los pequeños conocieron, a través del juego, las historia de la Estación de Canfranc y la situación y adversidades que en ese periodo bélico vivió la población”.

El cine puso el punto de final al I VillaNoir. Las proyecciones de “Perdición” y “El tercer hombre”, dos obras maestras clásicas del cine negro, han cerrado el programa del I Encuentro Pirenaico de género negro de Villanúa.

Valoración
VillaNoir cerró las tapas de su primera edición, con la vista puesta en el próximo año. La excelente respuesta dada por el público a todas las actividades y el gran nivel ofrecido por los autores y escritores en las mesas redondas y conferencias, llevan al Ayuntamiento de Villanúa, organizador del encuentro, junto con el escritor zaragozano Ricardo Bosque, la Concejalía de Cultura y la Biblioteca Municipal, ha querer asentar el encuentro en la programación cultural de la localidad. “Ésta ha sido la primera edición, y siempre un estreno puede resultar incierto, pero el resultado ha sido muy bueno, el encuentro ha funcionado muy bien a todos los niveles y tiene que tener continuidad”, señala el coordinador de VillaNoir, Ricardo Bosque.

“El balance de este primer encuentro es muy positivo, el público ha disfrutado mucho y las mesas redondas y conferencias han sido muy amenas y didácticas; todos, participantes y oyentes, se han mostrado muy agradecidos y satisfechos con el encuentro y sus contenidos”, apunta el coordinador. La concejal de Cultura de Villanúa, Ana Etxabe, también se muestra satisfecha con el primer VillaNoir: “El público ha respondido a todas las actividades, ha sido un fin de semana muy animado, los autores y escritores han estado encantados con el encuentro y con su estancia en Villanúa y el valle del Aragón (los escritores visitaron la cueva de Las Güixas y la Estación de Canfranc); todo ello nos lleva pensar en la siguiente edición de VillaNoir y en darle una continuidad, asentándolo dentro de nuestra amplia programación cultural anual”. De cara a esa próxima edición, Ricardo Bosque plantea mantener el modelo del encuentro: “El esquema y planteamiento de VillaNoir está bien, un encuentro de tres días, en fin de semana, que hay que ir consolidando; por lo que en la segunda edición no habría cambios en ese sentido, pero sí nuevos contenidos y temáticas a abordar”.

Luis Terrén Sanclemente, alcalde de Villanúa, también se muestra satisfecho con el resultado del primer VillaNoir: “Hay que destacar la gran afluencia de público registrada en todos los actos programados, agradecer la presencia a todos los escritores que han disfrutado de estas jornadas y remarcar el gran trabajo que está realizando la Concejalía de Cultura, a través su titular, de Ana Etxabe, y el buen trabajo que está haciendo la Biblioteca Municipal; ambos elementos combinados están dinamizando enormemente la vida cultural de la localidad”.

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