- La localidad ha reacondicionado la senda a los pies de Collarada y ha editado una guía que recoge y acerca todos los valores que se dan en el recorrido
Villanúa invita este verano a redescubrir el sendero botánico “As Foyas”, ubicado a los pies de Collarada. La ruta ya estaba señalizada desde hace unos años y ahora el Ayuntamiento ha mejorado su señalización y la ha reacondicionado, además de editar una guía práctica y didáctica que permite conocer todos los valores que confluyen en el recorrido. “Es una ruta eminentemente familiar, muy cómoda de recorrer y muy agradable, que da a conocer el valor natural de esta zona, su riqueza botánica y vegetal, pero también muestra y recoge la historia y prehistoria del valle del Aragón, su patrimonio, los usos humanos, la geología… Es una zona con muchos y variados atractivos que ahora, con el reacodicionamiento y la edición de la guía, se vuelve a poner en valor”, señala Luis Terrén Sanclemente, alcalde de Villanúa.
El recorrido consta de unos 5 Km. que comienzan en el Centro de Interpretación “Subterránea” – Oficina de Turismo, en el mismo Camino de Santiago, y recorre la zona baja del macizo de Collarada, con una duración aproximada de 1 hora y 30 ó 45 minutos, a ritmo familiar. No presenta ninguna dificultad y la nueva señalización permite acortar el recorrido, ya que se han marcado dos atajos que hacen el camino más corto. Consta de tramos por bosque y otros, discurren por espacios aéreos con impresionantes vistas del valle. Para su recorrido se recomienda llevar ropa y calzado adecuados, así como agua, ya que no existe fuente o punto de abastecimiento posible a lo largo del itinerario.
El principal punto de interés del sendero es ecológico, ya que que se trata de una zona que reúne una gran variedad de flores de temporada, árboles y arbustos, que están recogidos y explicados en la guía que ha editado el consistorio para interpretar el paisaje que se va recorriendo. “En la guía están recogidas las fichas botánicas de todas las especies que se pueden encontrar en el sendero, con sus fotos, nombre en castellano y en aragonés, y el científico, familia a la que pertenecen e, incluso, sus usos”, explica el alcalde. Aliagas, quejigo o roble, pino silvestre, ajadrea, carrasca, corona del rey, boj, avellano, tomillo, enebro, acebo… Una amplia variedad y diversidad botánica que muestra la riqueza de la zona, pero que no es el único interés.
El sendero tiene un gran valor geológico, prehistórico y arqueológico. Collarada es un macizo kárstico que, con el agua de lluvia que recibe, ha dado origen, entre otras muchas cavidades que se concentran en la zona, a la cueva de Las Güixas. Tanto el proceso de erosión que se genera en el interior de Collarada, como la cueva de Las Güixas y las excavaciones realizadas, están recogidas y explicadas en la guía. Además que el sendero pasa junto a la denominada “Boca de los Murciélagos”, una de las entradas de la cueva ubicada más al Norte, que actualmente está protegida para evitar el acceso, ya que, cabe recordar, Las Güixas es Lugar de Interés Comunitarios (LIC), dentro de la Red Natura 2000 europea.
Otro punto de interés histórico que tiene el sendero es la línea P de búnkers construida tras la II Guerra Mundial para defender los Pirineos y cuyos restos aún están diseminados por toda la cordillera, aunque nunca entraron en funcionamiento. El sendero “As Foyas” también transcurre por la línea ferroviaria del “Canfranero”. Se asciende hasta la estación de Villanúa, lo que permite apreciar esta faraónica obra que en la localidad dejó otros legados arquitectónicos como el impresionante Viaducto de San Juan o de Cenarbe.
Tampoco podían faltar los usos que el hombre ha dado al paisaje del valle del Aragón, ya fuera para su cultivo, como sucede con el nombre al que hace referencia el sendero – As Foyas se refiere a un paraje del término municipal de Villanúa como Foya Pablo, que era una depresión del terreno empleada para el cultivo de patatas, hierba, que actualmente está abandonado- o para su aprovechamiento hidroeléctrico, tal y como sucede en la actualidad con la central de Villanúa y que se aprecia perfectamente desde el sendero.
Toda esta información, y más, está recogida en la guía que se vende en la Oficina de Turismo y en la biblioteca de Villanúa, por 2 euros, y que esconde una última sorpresa más. “Es un sendero familiar y prestando atención a los más jóvenes, al final de la guía hay unos pasatiempos, sopa de letras, emparejados y similares, para que divirtiéndose, repasen lo que han visto, y la mismo tiempo aprendan de una manera práctica y entretenida”, apunta Luis Terrén Sanclemente.
El Ayuntamiento de Villanúa también ha querido apoyar a las empresas locales con la edición de esta guía y ha involucrado en su creación a varias empresas de la zona, ya que ha sido elaborada por Cultura de Montaña, con diseño de Garabato Estudio e impresión de El Pirineo Aragonés.