El proyecto “Bioeconomía Forestal para potenciar el Pastoralismo en los Pirineos” (BEEP), que se desarrolla dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que financia la Unión Europea a través de los fondos Next Generation, contempla la recuperación de cinco zonas de pastos en el término municipal de Villanúa localizadas en Gabardito y La Espata. Se prevé desmatorralizar estas áreas con el propósito de favorecer la actividad ganadera al tiempo que se conserva la biodiversidad y el paisaje tradicional.
Desde la perspectiva ganadera, uno de los objetivos principales del proyecto es recuperar superficies de pastos, incluyendo zonas boscosas con potencial para ser pastoreadas. Estos pastos son fruto de la interacción histórica entre el ser humano y el medio montañoso, donde la ganadería, y en particular el pastoreo, han sido agentes clave en la formación y conservación de estos ricos ecosistemas.
Sin embargo, el cese progresivo de la actividad ganadera en varios valles pirenaicos, provocado por los cambios socioeconómicos que han afectado al Pirineo en las últimas décadas y la adopción de nuevos modelos de desarrollo, amenaza el paisaje tradicional de la región. Esta tendencia pone en riesgo no solo los pastos, sino también las tradiciones, la cultura y el equilibrio ecológico que estos ecosistemas representan.
Villanúa siempre ha tenido una estrecha relación con la ganadería, pero en los últimos años ha experimentado un retroceso debido a la disminución de explotaciones ganaderas locales. Actualmente, solo queda una explotación ganadera dedicada a la cría de vacuno, que comparte los puertos de montaña de la zona con ganaderos de otras regiones.
En este contexto, se han planteado dos zonas de actuación para optimizar el uso de los recursos naturales disponibles. La primera zona es el monte de Gabardito, donde los pastos han disminuido debido a la colonización de rosales, lo que ha reducido considerablemente la superficie destinada al pastoreo. La segunda zona de actuación corresponde al monte de La Espata, un área de bosque de pinares poco densos, caracterizada por la presencia de matorrales de enebro y helecho, que también han invadido los pastos y reducido significativamente el espacio disponible para el ganado.
Las zonas de actuación han sido evaluadas por expertos del Instituto Pirenaico de Ecología, quienes han llevado a cabo estudios detallados sobre el suelo, la cubierta vegetal y las ventajas que aporta la ganadería extensiva en estos entornos. Las intervenciones están programadas para iniciarse en marzo del 2025 y continuar a lo largo del año, lo que permitirá observar y evaluar algunos de los cambios antes de la fecha límite del proyecto, fijada para el próximo 31 de diciembre.