El barranco del Lierde de Villanúa, construido en la década de los 80 del pasado siglo, va a ser sometido a un profundo proceso de limpieza y restauración a través de una subvención de 40.000 euros concedida por el Instituto Aragonés del Agua. El proyecto incluye la limpieza de las diecisiete primeras balsas que componen la estructura, así como la consolidación de algunos de los muros que han sufrido en los últimos años diversos desprendimientos y erosiones.
El Ayuntamiento de Villanúa encargó a final de 2023 un plan de actuación ante inundaciones, que financió el Gobierno de Aragón y que desarrolló Álvaro Tena, profesor de Geografía en la Universitad de Zaragoza. Al plan se incorporó un estudio de inundabilidad del barranco de Lierde, que concluyó que “según los resultados obtenidos, la canalización sería capaz de controlar los caudales modelizados de manera bastante eficiente, sin embargo, se recomienda encarecidamente un mantenimiento constante de estas obras de corrección para evitar el colapso durante eventos extremos”