- La buena gestión de la entidad municipal genera un superávit presupuestario que será reinvertido en actuaciones de seguridad ambiental en el municipio
La buena gestión realizada por el equipo municipal en los últimos ejercicios ha llevado al Ayuntamiento de Villanúa a generar un superávit presupuestario en 2016, que le ha permitido cancelar la totalidad de las operaciones de préstamo que tenía vigentes, dejando la deuda del Ayuntamiento a cero. Esta buena salud económica, además, permite al Ayuntamiento, atendiendo las exigencias de la Ley de Sostenibilidad Presupuestaria, realizar Inversiones Financieramente Sostenibles, por valor de 56.900 euros. La cuantía se destinará a acometer actuaciones de seguridad ambiental en el municipio, que fueron aprobadas en el Pleno Municipal del pasado 25 de octubre.
El alcalde de Villanúa, Luis Terrén Sanclemente, valora positivamente la situación económica de la localidad, pero lamenta las limitaciones que supone cumplir la “exigente” Ley de Sostenibilidad Presupuestaria: “Según la ley, el superávit generado por los ayuntamientos debe destinarse, primero, a saldar las deudas generadas; si hay remanente sobrante, se puede emplear en inversiones municipales, pero deben cumplir ciertos requisitos, recogidos en las denominadas Inversiones Financieramente Sostenibles. No poder aprovechar la totalidad del superávit generado para realizar inversiones en el municipio limita mucho la capacidad de desarrollo de estos. Si nos permitieran un mayor margen de aprovechamiento, podríamos destinar más medios económicos a mejorar la vida de nuestros vecinos, que es el objetivo de los ayuntamientos”.
En el caso de Villanúa, el remanente tras saldar la deuda es de 56.943 euros, que será reinvertido en actuaciones de seguridad ambiental en el municipio. “Vamos a crear un anillo de seguridad entre el núcleo urbano y las áreas boscosas más próximas a las zonas habitadas, para evitar situaciones de riesgo ante posibles incendios, y se va a realizar una actuación para frenar la plaga de procesionaria que está atacando a las zonas de montaña, en general, e intentar paliar sus efectos”.
La actuación, aprobada en el Pleno Municipal del pasado 25 de octubre, se desarrollará entre los meses de diciembre y enero y, en esta primera fase, afectará a las urbanizaciones Santiago y Pico de la Selva. “Son dos zonas que lindan con el monte, Santiago que se encuentra inmersa en un área boscosa, y queremos evitar situaciones de peligro por la proximidad de las viviendas al bosque, tanto en caso de incendio como por las afecciones que puede generar en personas y animales la plaga de procesionaria que estamos padeciendo en las zonas de montaña”, comenta el alcalde.
Precisamente, la plaga de procesionaria preocupa seriamente al Ayuntamiento de Villanúa. “Consideramos que, en la actualidad, se ha convertido en un problema de salud pública. Así se lo hemos hecho saber al Departamento de Medio Ambiente, nos hemos dirigido a ellos a través de una carta; vamos a acometer nosotros esta actuación para frenar el avance de la procesionaria, especialmente en zonas urbanas que lindan con el monte”.