Más de 1.400 corredores han participado en la tarde de este último día del año en la XXIII edición de la San Silvestre de Villanúa, la carrera más popular por número de participantes de Aragón, solo por detrás de la de Zaragoza. Blanca López Franco y Rodrigo Azabal han conseguido el triunfo en la categoría absoluta, el segundo con una espectacular marca de 8:59 minutos, una de las mejores de la historia de esta carrera. Nuevamente lo más destacado de la última tarde del año en Villanúa, fría pero con un hermoso cielo limpio y azulado, ha sido el ambiente de fiesta y el ingenio de muchos de los participantes con sus disfraces. Este año la organización había apostado por la temática vinculada a la saga Star Wars, y el mejor premio fue para el Darth Vader esquiador, muy propio del lugar y de la época del año.
El 31 de diciembre, desde hace ya casi un cuarto de siglo, la tradición en el Pirineo aragonés indica que la mejor manera de finalizar el año es corriendo en la San Silvestre de Villanúa. Más de 1.400 corredores han cumplido con esa tradición y se han inscrito para participar en una prueba en la que algunos compiten, pero la mayoría solo quieren pasarlo bien y formar parte de una costumbre que con el paso de los años ha arraigado de una manera extraordinaria.
Villanúa, una población de 600 habitantes, se multiplica por tres en apenas unas horas para albergar una carrera que también es un acontecimiento social. El desafío logístico es mayúsculo, pero año tras año Villanúa y su experimentado equipo de voluntarios demuestra que todo es posible con capacidad de organización, entusiasmo y buena voluntad. Este año lo han vuelto a demostrar sobradamente.

CLASIFICACIONES
La jovencísima Blanca López Franco logró un triunfo incontestable en categoría absoluta, pese a que pertenece por edad a la categoría junior. Le sacó casi 40 segundos a su inmediata perseguidora, Irati Cuadrado, en una prueba de apenas 3 kilómetros en la que no hay margen para los errores y las tácticas. Suele ganar quien llega con la mayor punta de velocidad a la prueba, y lo demuestra desde la misma salida. Blanca detuvo el crono en 10:24, Irati Cuadrado en 11:02 y Garazi Uribarri en 11:36. Se da la circunstancia de que Blanca logró la segunda plaza el pasado año en Villanúa con un tiempo de 10:43 y tercera fue Garazi Uribarri.

En categoría masculina también han dominado los jóvenes. Rodrigo Azabal, atleta de biathlon del Club Mayencos de Jaca, y que este año representó a España en la Universiada de invierno de Torino, ha logrado un tiempo formidable que lo sitúa entre los corredores más rápidos de la historia de la San Silvestre de Villanúa. Sus 8:59 han sido suficientes para batir en una trepidante e intensa carrera a Saúl Alcalde, que cruzó la línea de meta con 9:12 y Héctor Sanjuan, que lo hizo cuatro segundos después. Azabal ya logró la segunda posición en la San Silvestre del pasado año con un crono de 9:20. Su progresión en un año ha sido meteórica.

Tras el selecto grupo de corredores que había marcado en rojo en sus calendarios la cita de Villanúa para mantener su tono competitivo o preparar futuros retos, se encontraba una inmensa mayoría cuya única aspiración era cubrir los tres kilómetros de la prueba de manera divertida y tirando de ingenio. Y muchos de ellos hicieron una verdadera exhibición de originalidad y creatividad. Este año la organización había propuesto como temática de los disfraces la saga de Star Wars, la elección era libre, pero quienes optaron por aceptar el reto ofrecieron un catálogo memorable de guiños a la famosa creación de George Lucas que fue valorada y reconocida por el jurado.

En categoría general el primer premio ha sido para el Darth Vader esquiador; el jurado destacó la perfecta simbiosis entre el personaje y el lugar, en pleno Pirineo. El segundo premio ha sido para “Los cubatas” que, según ha indicado el jurado, han logrado “dar juego en la carrera”. El tercer premio fue para la nave de Star Wars y compañía porque se ha valorado el hecho de que se hubiera fabricado a mano. En la categoría especial de Star Wars el premio ha sido para el disfraz autodenominado “Star Wars en 3D”.

Luis Terrén, alcalde de Villanúa, ha valorado en este último día del año “la capacidad de atracción que tiene nuestra San Silvestre, que se ha convertido en una tradición cada vez para más gente. Es muy difícil desde un punto de vista logístico y organizativo albergar a casi 1.500 corredores y a sus acompañantes, pero en cada edición mostramos la experiencia y capacidad que tiene Villanúa gracias a las numerosas pruebas deportivas que organizamos cada año desde hace décadas. La San Silvestre es la guinda final, la más grande de todas”.












