Villanúa alberga desde este jueves y hasta el próximo sábado la XII edición del Festival de Música y Arte en la calle, un evento ya clásico del verano pirenaico que reúne a un nutrido grupo de artistas y creadores procedentes de diversas disciplinas. Las calles y las terrazas de los bares de Villanúa se transforman en improvisados escenarios en estrecho contacto con el público.
El Festival de Música y Arte en la Calle es uno de los grandes acontecimientos del verano en Villanúa. Nacido en origen hace más de una década como una plataforma de promoción de artistas musicales, el pasado año se incorporaron otras manifestaciones artísticas como la poesía, la danza clásica, las artes plásticas, la magia y la narración oral, transformándose en un evento multidisciplinar. Este año llegan a Villanúa doce creadores que han pasado previamente un proceso de selección por parte de la organización del Festival. Al final de las tres jornadas se elegirá a un ganador que recibirá un premio en metálico de 300 euros.
Su coordinadora, Miriam Julian, señala que este año “volvemos a apostar por proyectos locales y ponemos gran atención a la palabra, a la narración y a la poesía”. Soraya Herráez viene con un proyecto muy especial originado en Francia, «El susurrador de historias», “que nos traerá pequeñas historias y poesías al oído; o la poesía de Álvaro Piedelobo, escrita al instante en una vieja máquina de escribir. Dos proyectos íntimos que nos invitan a parar y a escuchar”, explica Julián.
Se podría decir que el de Villanúa es un festival total, en el que la creación no tiene límites y la improvisación y las experiencias de convivencia entre artistas alimentan momentos de fértil inspiración. Todo se desarrolla en un reducido espacio vertebrado por dos calles de la localidad que solo en estos días son rebautizadas como el Callejón Clandestino y la Calle del Arte, que durante el resto del año es la Calle Mayor. Después están las terrazas de los bares del pueblo, que reviven esos espacios de creación en los que el contacto entre el artista y el espectador representa el fundamento de la música en vivo.
En esta XII edición se han programado 28 espectáculos en diferentes rincones y espacios públicos de la localidad. Se incorpora este año El Vivero, en el Ecoparque El Juncaral, que será escenario de una sorpresiva Jam Session el sábado por la tarde. Hay interesantes novedades que conviven con espectáculos que ya han sido disfrutados por el público de Villanúa, que cada año abarrota todos los escenarios habilitados.
Miriam Julián subraya que el Festival no es solo un evento cultural sino que tiene también una vocación solidaria. “Damos apoyo a artistas como la bailarina ucraniana Irina Adzhyaboluva o los espectáculos internacionales de Igaye! y Daraçiye donde, además de músicos y poetas del Valle del Aspe, como Yohann Villanua y Benjamin Bouyssou, participan artistas y escritores exiliados que traen sonidos, ritmos y poesías que fusionan los Pirineos y nos hacen viajar hasta Anatolia (Kurdistán, Turquía, Armenia…)”.
Crear, experimentar, compartir… son verbos que se conjugan estos días en Villanúa con inusitada frecuencia e interesantes resultados. La programación se abre hoy jueves a las 13hs con el trompetista argentino Adriano Menghini. Todos los días hasta el sábado habrá conciertos a las 13, 19 y 20 horas en el Bar José, Bar Troncho, Bar Putxera, Restaurante Lierde y La Estrella. En la Calle del Arte, la Plaza del Cura y el Callejón Clandestino se concentrarán los magos, cuentacuentos, bailarinas y otros creadores. Las actuaciones serán de 45-50 minutos de duración y a la misma hora tocarán varios grupos en diferentes puntos emblemáticos del municipio.